La trampa

Luis Suárez detuvo el tiempo con las mismas manos que frenaron el balón que ponía a Ghana entre los cuatro mejores equipos del mundo. El hacedor de goles sabía que con la trampa le daba el último instante a sus compañeros. Un continente entero quedó enmudecido y las “estrellas negras” dejaron de brillar. Temblaron. Les arrancaron la gloria en el patio de su casa.


Qué trampa este crepúsculo.

qué calma desplomada sobre todo

qué simulacro inútil

qué sonrojo


Uruguay manejó al destino y el destino le cobró la cuenta a Asamoah Gyan. Este hombre no podrá dormir tranquilo el resto de su vida. Mientras Suárez fue premiado por la fortuna, Gyan falló la jugada de su historia, pero tuvo la valentía de pedir mano para cobrar el primero de la tanda de tiros definitivos y lo anotó. Sus compañeros fueron los que no pudieron sobreponerse al momento. Estaban heridos, sobajados. Parecía que estaban en un trance mortal. La mente les falló y perdieron cuando el Loco hizo lo que todos, menos el arquero ghana (porque así se les dice a los de Ghana, ghanas), sabíamos lo que iba a hacer.


en paz siguen las nubes

cómo quisiera en paz

y silenciosa

el aire tiene gracia

por una vez tangible

compartida

y nadie está sediento

o por lo menos nadie tan sediento

como para matar

o destrozarse


África soñó con compartir con occidente la grandeza del futbol. Pensó que con Ghana entraría al distinguido grupo de los cuatro grandes. El Soccer City entero se cimbró cuando el juego de los pies quedó eclipsado por las manos.


qué trampa esa lejana

bocina

que se quiebra

como un viejo sollozo

qué mentira ese tango esa guitarra

esa clara desierta inexplicable

melancolía de las azoteas


Uruguay ha vuelto a las grandes alturas. Luego de pelear el último boleto al mundial en un repechaje hoy ha logrado lo que no pudieron los ingleses, los franceses, los italianos y los brasileños. Ellos pueden volver a ser campeones del mundo aunque es imposible olvidar las manos de Suárez, y por supuesto, infame sería no recitar los inmortales versos del maestro Benedetti.


qué trampa

qué artimaña

qué lástima

saber

que es una trampa.

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