Es un equipo que juega en un estadio Monumental, que carga más de un siglo de historia. Treinta y tres veces campeón de Argentina. Campeón de América y campeón Intercontinental. La franja roja que les cruza el pecho los distingue de inmediato. River Plate se tutea con la historia del futbol mundial y sus héroes han inspirado poemas y odas épicas.
Escuchar los apellidos de sus héroes es como sumirse en la mitología. Ferreyra, Moreno, Pedernera, Labruna, Carrizo, Merlo, Passarella, Fillol, Francescoli, Saviola, todos evocan tiempos de gloria.
River se fundó el 25 de mayo de 1901. El destino quiso que naciera en el barrio de la Boca, de donde partieron para volver siempre como los máximos rivales de los lugareños. Dicen que un superclásico entre River y Boca es uno de las cincuenta eventos deportivos que un ser humano debe ver antes de morir. Un calificativo que deja claro la intensidad de la que estamos hablando.
Cuatro de cada 10 fanáticos argentinos le van al River. Les apodan los Millonarios, el Más Grande. El campeón del Siglo. Con tales referencias su legado pesa. Este es de los equipos que fracasan sin miramientos en caso de no levantar las copas que disputan.
Era una tradición que los Millonarios abrieran la cartera para reclutar a lo mejor de lo mejor, pero desde 1983, tras una severa crisis financiera detonaron la producción de su cantera que en la siguiente década los saciara de triunfos.
Jugadores como Ariel Ortega, Marcelo Gallardo, Hernán Crespo, Matías Almeyda, Santiago Solari, Andrés D’Alessandro, Pablo Aimar y Javier Saviola fueron hechos con el sello de una banda roja que les cruza el alma.
Dice el himno del equipo que el más grande sigue siendo River Plate, por su estilo, sus estrellas y su gente. Por eso vuelan las banderas del Monumental porque ahí viene River y con su juego llega la alegría.
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