Dice que no tiene el perfil para dirigir al América, el equipo al que le consagró 25 años de su vida. Cristóbal Ortega es un símbolo americanista que parece que siente los colores con una mesura impasible. Nunca soñó con ser futbolista y acabó jugando dos décadas. Su nombre está siempre presente como uno de los referentes históricos pero él vive a distancia construyendo su propio destino. Es tan práctico como lo era cuando jugaba de volante de contención.
En cada uno de los 711 partidos que jugó asumió todos los riesgos y sumó su parte cuando el equipo fue una máquina ganadora de títulos. Asegura que no le faltó nada, que no se guardó nada. Nunca portó otra camiseta más que la del América y con su número 7 marcó un estilo propio de jugar la contención.
Cristóbal supo lo importante que es el americanismo para el América. El americanismo está formado por toda aquella persona que recibe el mensaje de los once jugadores y lo hace suyo. Es una simple fórmula de comunicación que si se rompe, destruye la comunión.
Ortega fue un incansable. Estuvo presente en seis de los 10 títulos que guardan la vitrinas americanistas. Se retiró con honestidad y pasó el capítulo con madurez. El día en que América descubrió a Cristóbal se escribió una historia que nunca debe olvidar ningún americanista, sería como negar sus propias convicciones.
Este jueves 21 de octubre, una entrevista con Cristóbal Ortega. Futbol en Serio. Punto. TDN 21:00 horas.
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