El arquero del espíritu audaz

Cada atajada confirma que se trata de un espíritu audaz que lucha con fuerza. Nada hubiera sido posible sin el poder de sus piernas, sin sus reacciones y reflejos de superhombre. Lo de “Pato” no define en absoluto nada de lo que es, porque el apodo es el resultado de una confusión. Una vez lo mandaron a suplir a un arquero y todos estaban familiarizados con un tal “Pato” Iglesias. Por desconocimiento y comodidad a Ubaldo le llamaron “Pato” y así se le quedó el mote.

Se dice que hablar de Fillol es hablar del mejor portero argentino de todos los tiempos, sin agraviar a Amadeo Carrizo, pero al mejor arquero de cada torneo en Argentina se le entrega un trofeo con el nombre del Pato.

Remontémonos ahora a los inicios del personaje. En un mano a mano venturoso selló su destino. Jugó en Quilmes entre 1969 y 1970. El servicio militar lo hizo parar dos años y cuando estuvo de vuelta ya lo habían vendido a Racing, la gran vitrina en donde lo encontró River Plate. Pero Fillol dudaba en irse; Labruna era su entrenador y le advirtió que si no se iba se les vería con él. El “Pato” acabó defendiendo durante una década a los millonarios. En 405 partidos ganó siete campeonatos: Tres Nacionales y cuatro Metropolitanos como se llamaban entonces.

La casualidad quiso que el último partido con River fuera el 20 de junio de 1983 contra Racing. Estuvo un tiempo en Argentinos Juniors y emigró a Brasil, con el Flamengo en donde es ídolo. Una temporada en el Atlético de Madrid, de 1986 a 1987, y de vuelta a Racing donde devolvió cariño con grandes tardes. Se retiró con Vélez, en 1991, y se le recuerda un penal atajado que le arrebató el campeonato a River. Esa era su labor. Impedir los goles sin importar de quien vinieran.

Pero el “Pato” es inmortal por aquel campeonato mundial para Argentina en casa. Vestido de verde adquirió las dimensiones de un monstruo resguardando el arco. Con 58 partidos de selección nacional y tres mundiales nadie lo puede olvidar.

Y es que Fillol no deja al futbol y el futbol no lo deja a él. Por supuesto que nunca se ha ido. Ha sido técnico y enseña el arte de la imbatibilidad a los arqueros de selección en todas sus categorías y está entregado a la formación de jóvenes.

En el 2007 se volvió miembro activo del ciberespacio y abrió ubaldofillol.com. También está en Twitter y en Facebook. Desde luego es un hombre que nunca se pierde de vista.

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