Juego maquiavélico


Paciencia es lo que los latinos no tenemos, hoy España no tenía obligación de salir como campeón del mundo, pero asumió una postura que los puso con los nervios de punta y tuvieron que apelar a lo que más nos gusta a los latinos, el heroísmo -echar toda la carne al asador- y jugar con el probable riesgo del martirio.

A diferencia de los deportes americanos (tocho, basquet, beis, etc.) que se juegan a ganar, en el fut se juega a sumar. Este juego es maquiavélico, sin el mínimo sentido de demeritarlo.

La Furia roja llegó a tener hasta un 80% de posesión de balón y no lograron abrir el ostión. Suiza tuvo una y la consiguió. Los suizos son fríos, su cultura es bancaria y financiera, y a base de cálculos proyectaron la forma de obtener los mejores intereses y así planearon su partido.

España salió obligado y con las tripas y el corazón expuestos. Le pusieron la seda al toro y este no cayó en el engaño. La historia del partido entonces le exigió a los españoles que salieran del aprieto para que así descifrarán las nuevas formas de ser mejores.

A veces el futbol parece injusto, sin duda deberá evolucionar, pero tiene reglas claras. En pocas palabras, el futbol está empezando a exigir inteligencia para su ejecución. Estrategia y táctica, este deporte ha dejado de ser cascarita, es un tiempo de evolución que puede cobrar intereses altos pero también puede dejar grandes ganancias. Increíble sería que se jugaran el resultado con un volado, pero no que cada equipo diseñe un plan de juego.

Los suizos buscaron la victoria con el mínimo riesgo, con la efectividad; España desplegó a sus tropas y lanzó un ataque total que falló una y otra vez. Tácticas y estrategias; no hay coincidencias en la capacidad de estos dos equipos y cada quien movió sus piezas como mejor les convino.

Creo que a falta de goles fulminantes y avasallantes, por fin ha aflorado el espectáculo en un partido mundialista, la prueba para el favorito resultó sublime y quedó en evidencia que deberán buscar la formas para llegar a ser los mejores.

Esta puede ser la nueva forma de apreciar el futbol, y no está mal, genera emociones, obliga al análisis, le quita sorbos a la chela, hace al aficionado más inteligente (esto probablemente no les guste ni a la FIFA ni a los gobiernos); yo creo que es un buen punto. El espectáculo no es masacrar al rival por ser débil, es presenciar circunstancias en donde un equipo grande puede caer en aprietos y la trama se construirá al apreciar como sale de estos.

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