San Miguelito es un rancho escondido a 10 kilómetros de Querétaro. Hay señalamientos que te encaminan hacia allá. Luego viene la terracería, después los llanos secos y quebrados, la milpa que no crece porque el agua no ha caído; la ferretería que ha cerrado porque el dueño se ha ido de mojado para sobrevivir y el perro que sigue al pie del negocio esperando la llegada del que se fue.
En el camino hay un indicio de lo que nos trajo a este lugar. Alguien sacrificó su parcela y la convirtió en campo de futbol. Si esperábamos ver un templo erigido a San Miguel, estábamos muy lejos de encontrarlo. En San Miguelito estaban encomendados al juego del balón.
Hace más de cuarenta años, sus habitantes aprendieron a coser balones. Los campesinos encontraron en este oficio una entrada de dinero extra que les dio comodidades y la forma de no caer en la tentación de irse lejos, escapando de la desesperanza. Hubo trabajo para todos, la comunidad se convirtió en un pueblo balonero.
Pero los tratados de libre comercio con el mundo empezaron a estrangular, sin piedad, a todo aquel que seguía trabajando con las manos. El artesano del balón que tarda más de tres horas en confeccionar uno jamás podrá competir con la máquina que fabrica más 100 en el mismo tiempo, de eso se olvidaron aquellos quienes pactaron sin advertir que esto ocasionaría la ruina de comunidades que vivían de lo poco que sabían hacer.
Hoy el panorama es desolador como las calles de San Miguelito, como su arroyo seco, como sus talleres yermos, como la penosa realidad de vivir en un país con 70 millones de pobres.
De los 70 talleres baloneros hoy quedan seis. De los 700 balones que vendía cada uno al mes, hoy, si bien les va, les piden 100.
De los 70 talleres baloneros hoy quedan seis. De los 700 balones que vendía cada uno al mes, hoy, si bien les va, les piden 100.
Domingo y Moy son baloneros desde niños. El presente señala que podrían ser la última generación de artesanos y con ellos terminaría la mayor tradición de este rancho escondido, pero tienen esperanza y exponen un plan para no perecer.
Este es San Miguelito, un pueblo que logró vivir del futbol hasta hace apenas algunos años.
10 comentarios:
como adquirimos balones de estas personas atte: club lagartos de acapulco. wencexcoo@hotmail.com
como adquirimos balones de estas personas. lagartos de acapul co. fc. wencexcool@hotmail.com
Soy cliente de uno de ellos. Y sus balones son mas resistentes que los de cualquier cadena comercial..
DONDE ES EXACTAMENTE LE DIRECCION DE ESA POBLACION?
Es una comunidad de Santa Rosa Jauregui, se puede entrar por San Isidro (muy cerca del Bicentenario) o por el Nabo (próximo a Cumbres del Lago)
Yo trabajo dentro de esa comunidad, se puede buscar a las personas que aun tienen talleres de fabricación de balones. les dejo mi correo: fcorios177@hotmail.com
HOLA me gustaria poder comunicarme con los productores de balones,estoy interesado en comprar el producto,Necesito un telefono o e-mail, les agradeceria mucho su respuesta
Estoy interesado en sus productos, comercalizo artículos deportivos al mayoreo. Si alguie puede ponerme en contacto con los fabricantes por favor. Aun podemos rescatar el mercado nacional
Como llegar a ese pueblo me interesa sus balones o un teléfono donde hablar
¿Alguien conoce o ha comprado terreno en cumbres de San Fernando? Esta muy cerca de San Miguelito. Gracias
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