“Un delantero centro no podía regatear en el área porque lo
mataban”
Telmo Zarra (20 de enero de 1921 – 23 de febrero de 2006,
País Vasco)
Contemplen la imagen y aunque no nos haya tocado verle, de
inmediato nuestra mente reconstruirá por impulso lo que este visceral rematador
hacía dentro del área. Eso pasa cuando vemos el molde original de lo que hoy es
cotidiano. Telmo Zarra evitó ser linchado regateando en el área y se convirtió
en un poderoso y letal rematador de balones. Puso los acentos en el juego de
conjunto que triunfa cuando las cuerdas abrazan las bolas de cuero, tras un
sinnúmero de intentos fallidos. Sus remates con la testa le hicieron merecedor
de una precisa descripción de un primitivo marketing cuando un cartel invitaba
a la afición a verle jugar diciendo: “Admiren la mejor cabeza de Europa después
de Churchill”.Goleador empedernido, vasco, mitológico, referente. El máximo
goleador de la liga en España. Poseedor de seis Pichichis. Cuando colgó sus
botas se dedicó a venderle otras a las nuevas generaciones que jugarían al
futbol en Bilbao. Cuando murió, el 23 de febrero de 2006, llovió toda la tarde.
El cielo le recibió llorando.
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