Por primera vez en la historia del futbol mexicano se llevó a cabo un torneo de carácter nacional. Fue en 1921 y formó parte de las magnas celebraciones del primer Centenario de la Consumación de la Independencia de México.
Del 7 de agosto al 25 de septiembre de aquel año equipos del Distrito Federal, de Jalisco, de Hidalgo y de Veracruz se dieron cita en la capital de la república para disputar la Copa del Centenario, en el campo de Real Club España del Paseo de la Reforma. Fue una competencia sin precedentes en una época donde el España no tenía rival y aplastaba a sus contrincantes.
Por órdenes del presidente Álvaro Obregón, dos cronistas deportivos encabezaron el comité organizador del Torneo del Centenario. Adolfo Frías Beltrán, mejor conocido como Mister Kick y Antonio Urías, cuyo sobrenombre era Kanta Klaro.
Entonces, para los primeros días de agosto de 1921 los equipos estaban listos. España, Asturias, América, México, Amicale Francaise, Reforma, Germania, un equipo llenero llamado Morelos y Luz y Fuerza, que sería la base del Necaxa, representaban a la capital del país. Pachuca vino de Hidalgo. Guadalajara y Atlas llegaron de la perla de occidente. Mientras que los veracruzanos hicieron acto de presencia enviando al Iberia de Córdoba, a la Asociación Deportiva Orizabeña, el famoso ADO; y al Veracruz, formado por jugadores del España y el Sporting del puerto jarocho.
Quince equipos disputaron este primer campeonato de carácter nacional que se jugó a eliminación directa y que inició el 7 de agosto de 1921 con el enfrentamiento entre el América y el Asturias, los dos equipos que poco tiempo después despojarían al poderoso España de su jerarquía.
El Torneo del Centenario tuvo una organización aceptable aunque quedó marcado por la polémica ocasionada de las decisiones arbitrales. El arranque y el final del torneo se vieron envueltos por el escándalo. América y Asturias, quienes inauguraron la competencia, tuvieron que disputar tres veces el encuentro puesto que los capitanes de ambas escuadras reclamaban situaciones ajenas a la mera acción. Al final, los asturianos dejaron fuera al América tras derrotarlos dos a cero.
Para el partido final disputado el 25 de septiembre, a las once con veintitrés minutos de la mañana, paradójicamente dos equipos de origen español disputaban la copa que celebraba la Consumación de la Independencia de México. El Asturias y el España se jugaron el campeonato. La primera mitad terminó empatada y a los 20 minutos del segundo tiempo, con la marcación de un penalti a favor del España se inició la bronca.
Tras anotar la pena máxima, los jugadores asturianos abandonaron el campo reclamando la decisión de mister Moore, árbitro central del partido, quien puso en juego el balón nuevamente. El España anotó el segundo sin encontrar a un solo rival en el camino. El Asturias no volvió y el público reclamó airadamente gritando mueran los gachupines.
El torneo del Centenario de la Consumación de la Independencia de México posiblemente fue un factor importante para que las diferentes ligas confrontadas por aquellos años unieran sus intereses y a partir de entonces los equipos de cada región de país compitieran y desearan convertirse en el gran campeón del futbol mexicano.
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