A doce
kilómetros de Pachuca, justo en donde los otomíes llamaban Maghosti o paso
alto, a más de 2700 metros sobre el nivel del mar, y en donde el corazón de los
montes estaba hecho de plata, está Real del Monte. Gran parte de sus 13 mil
habitantes viven del turismo. Es un escenario de ensueño. Lleno de historias
fantásticas. Los techos de sus casas están hechos con la lamina de los botes de
aceite que se utilizan en las
minas. Dicen que parece un pueblo inglés y cómo no va a parecerlo si durante
100 años fue un punto de conexión con los británicos, y como ya mencionamos,
con los habitantes de Cornualles.
Los pastes
son el legado córnico que sintetiza esta fusión cultural. Es el alimento de los
mineros. Carne preparada con papas y envuelta en una masa de hojaldre. Una
empanada horneada, al final de cuentas. Y así le llaman los argentinos a su
empanada de carne, que tiene un origen similar, pero en Real del Monte son
pastes.
Los mineros
ingleses hicieron tan suyo este pasó alto en la montaña que durante la época de
la intervención francesa, los mineros de Real del Monte tomaron partido y
apoyaron a los grupos de ataque de la guerra de guerrillas que le hacían frente
al batallón imperial que custodiaba la ciudad de Pachuca. Con el Porfiriato
llegó el ferrocarril, la energía eléctrica y el quehacer ocioso de un país en
paz. Al generoso mineral también habían llegado mineros de otros lugares de
Inglaterra. Algunos fueron trabajadores de la Thames Ironworks, la metalúrgica
en donde nació el equipo West Ham. Las opciones para divertirse en los tiempos
libres eran el novedoso cinematógrafo, las carreras ciclistas, las peleas de
gallos, entre otras actividades. Pero los hombres de las minas tenían sus
costumbres y el relato nos dice que ellos organizaron el primer equipo de futbol,
en noviembre de 1900: el Pachuca Athletic Club.
Hoy en día,
en Cornualles destaca el rugby por encima del futbol. En esa parte de la isla,
la Premier League no tiene representantes. Incluso, ahí juega un equipo que
está considerado como el peor del mundo: el Madron FC. Esta oncena córnica participa
en la Mining League de Inglaterra (la décimo tercera categoría partiendo de la
Premier League). Entre 2010 y 2011 perdieron 30 partidos de forma consecutiva
con marcadores tan escandalosos
como un 55-0, cuando jugaron frente al Illogan Res. En diez jornadas ya tenían
más de doscientos goles en contra.
Pero un poco
más de cien años atrás, muchos de los mineros que formaron al primer equipo
organizado, exclusivamente para jugar al futbol en México, eran de esa parte
del mundo. A aquellos que vinieron de Cornualles se les debe el arranque de la
revolución industrial en México, así como el resurgimiento de la minería, los
pastes, el futbol y hasta la lucha libre, que está tan arraigada en el estado de Hidalgo.
Recordemos a
los mineros este 11 de julio y por asociación, porqué no, a los pioneros del
futbol mexicano: Charles Dawe, John Dawe, James Bennetts, John Bennetts,
William Blamey, Richard Sobey, William Bragg, William Thomas, Percy Bunt,
Lionel Bunt, Albert Pangelly y William Pengelly. Un verdadero “Cornish Team”.
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